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¡¡NO TE LO PIERDAS!!: REFLEXIONES DE NUESTRO PASTOR Y OTROS APORTES

Hermanos: en esta sección subiremos las reflexiones, homilias de nuestro Pastor , el Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo y aportes de laicos y consagrados de nuestro Decanto 9, sobre diversos temas a la luz de la Palabra de Dios.

Empezamos por la Homilia de Navidad, 25 de diciembre en la Parroquia Nuestra Señora de Montserrat y San Sebastián: «Dios se hizo niño, y niño pobre, para que todos los pobres recobraran aliento y se dieran cuenta de que en el fondo, en el corazón de la vida humana, solo los pobres pueden ver las cosas de una manera distinta y pueden hacer posible un mundo distinto», comentó durante su homilía. nuestro querido Arzobispo.


Y AHORA LES COMPARTIMOS OTRA REFLEXIÓN:

LAS DECISIONES QUE DAN PAZ

POR MAGALI REBAZZA

Comunicadora parroquial de P.San Leopoldo

Licenciada en Educación Secundaria con Especialidad en Filosofía y Ciencias Sociales. Es Laica Consagrada en la Fraternidad Mariana de la Reconciliación


Estamos en semanas de descansos y/o de apuros… Tiempo de fin de año en el que también se juntan emociones porque viene a nuestra mente y corazón reflexiones sobre lo vivido este año que se acaba o preguntas sobre las decisiones a tomar para el próximo. Es un tiempo donde queremos tal vez evaluar un poco nuestra vida, saber qué estuvo bien o pudo estar mejor. Tiempo en el que podemos preguntarnos si lo decidido hasta ahora estuvo bien o pudo ser mejor...

Por ello me gusta que el Evangelio de esta cuarta semana de Adviento, días antes de la Navidad, sea un pasaje que evidencia la incertidumbre de San José. Un hombre que no se hizo santo de un día para otro, sino a forja de luchas y esfuerzos sinceros por adherirse a la lógica de Dios. Un hombre a quien se le puso la varilla muy, pero muy alta y en quien se evidencia esa madurez y admirable forma de ser.

Haberme puesto en el lugar de María y José, me dio muchas luces sobre la forma de aproximarme a la vida, y seguro que puede ayudarnos a todos también.

Vemos por un lado la actitud de María, quien está esperando un Hijo, el Hijo de Dios. Sabe que no hizo nada malo, que no le ha fallado a José. Comprende que no todos le entenderán, que podrá haber juicios o rechazos de los demás o del mismo José. Pero Ella sabe confiar en las formas, tiempos y promesas de Dios. Por eso guarda silencio y sigue adelante viviendo en paz y con la decisión de vivir con la conciencia tranquila porque hace lo que Dios le ha pedido.

Por otro lado, vemos a José, ya desposado con Ella, que para los judíos era estar ya casados sin vivir juntos aún. Tiempo dispuesto para construir y preparar la casa. Pero de pronto, se entera que está embarazada. Su reacción debió ser de decepción y dolor. No esperaba una actitud así de una mujer tan virtuosa. Y entonces es momento de dar una respuesta y tomar una decisión.

Admiro ver entonces, esta actitud tan proactiva y noble de José en buscar lo mejor para los dos. Lo medita y quiere encontrar la mejor solución pues la quiere y respeta. Él sí quiere vivir la ley, pero no busca daño ni venganza y menos juzgarla. Sabía que la ley invitaba a repudiarla públicamente (morir apedreada), pero él encontró y decidió hacerlo de otra forma: repudiarla en secreto. Decidió dejar de estar comprometidos y tal vez irse a otro lugar a vivir. Decidió no humillarla, solo perdonarla. Una decisión que nace de un corazón bueno, sabio y maduro. Decisión justa y prudente que le dejó la conciencia en paz.

Y es entonces luego que José toma una decisión sabia y muy humana, que Dios le habla por medio del ángel. Y es en sueños, donde puede estar lo más inconsciente y profundo de la persona, donde le da respuesta a sus dudas, donde calma su pena y donde le anuncia la hermosa misión que le tocará vivir por el resto de su vida:

"José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados"

Es decir: Le recuerda que es de la descendencia de David (le evidencia su dignidad y su identidad), le dice que no tenga miedo de tomar a María pues lo ocurrido es obra de Dios. Le da la misión de ser padre adoptivo y el elegido para ponerle el nombre Jesús (símbolo de tener la autoridad de padre). Y finalmente le anuncia que ese Hijo suyo es el Salvador esperado, el Mesías.

¡Qué sueño y qué misterio! Pasar de lo oscuro, la pena y la incertidumbre a la luz de la verdad divina y de la alegría de saber que el Mesías nacerá pronto. Pasar de la duda de su futuro a la certeza de su misión.




Y José le cree a Dios. Sea lógico o no, sabe que Dios es dueño de la naturaleza y es capaz de todo… Que la lógica de Dios es la única que tiene toda la garantía…

Estoy convencida que Dios espera de nosotros esta actitud de María y José: la de tener iniciativas y propuestas en nuestro camino. No quiere vernos pasivos y evasivos. Él espera ver actitudes y decisiones en las que se evidencie que queremos que prime la fe y en las que buscamos libremente seguir las verdades que Dios nos enseña. Espera que tomemos decisiones que den paz a nuestra conciencia…Y será entonces que Dios irá a nuestro encuentro para hablarnos con esos códigos que tenemos con Él…

Y Dios es comprensivo y paciente. A veces no sabremos pensar o discernir bien. Pero nos dará las luces si se lo pedimos. A veces nos equivocaremos, pero Él valora nuestro sincero esfuerzo y sabrá suplirlo de alguna manera.

Pero creo que lo importante es seguir ese orden: ver la realidad que se nos presenta, buscar discernir y tomar una decisión, y una vez tomada podamos escucharlo y adherirnos a lo que Él nos diga. Se trata de dudar, reflexionar y pensar bien, para que tomada una decisión que nos deja la conciencia tranquila, podamos tener una actitud de apertura para escuchar la voz de Dios que reafirmará lo que hemos decidido, mejorará esa decisión o tal vez la reformule; pero siempre confiando que Él tiene la mejor propuesta. Así es saber que hemos pensado juntos, hemos buscado la verdad juntos y con su Palabra hemos encontrado la mejor respuesta.

Así pues, de la mano de María, profundicemos estos últimos días antes de la Navidad en saber esperarlo con esa conciencia abierta, clara y dispuesta que está en paz, para saber tomar decisiones desde la luz de Dios y saber escucharlo con confianza plena para encontrar lo mejor para nuestras vidas y para los nuestros.

No tengamos miedo, Él está siempre a nuestro lado y nos ayudará a tomar las mejores decisiones, pues tendrá la última Palabra de Vida y de Amor…

 
 
 

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